miércoles, marzo 22, 2023

Entre textos y pretextos

Regresando de ese extraño lugar del aislamiento social, el distanciamiento por pandemia, surge una nueva publicación que da cuenta de la construcción de un espacio para al subjetividad en la escuela. El proceso de Investigación Basada en Artes implementado por la red Uaque en 2014, da pie a esta exploración pedagógica que se instala como parte del currículo en el colegio distrital República Bolivariana de Venezuela, Localidad 14 - Bogotá D.C.  

Proyecto Integrador Arte-Ciencia. Educación Media Integral para el S.XXI 

versión descargable en  

https://www.redacademica.edu.co/arte-ciencia 








Entre textos y pretextos




De textos dramáticos: 

Instinto de Supervivencia


Les presento el libro Instinto de Supervivencia, producto de la VI Clínica de Dramaturgia de Bogotá-2017. He aquí el resultado que se presentará el próximo 1 de mayo en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá - 2018.

Con especial agradecimiento a los clinicantes de los años anteriores que estuvieron presentes en el proceso de creación de las obras así como de su edición y publicación. Es una larga lista de personas maravillosas y, tal vez, olvide algunos nombres, así, gracias a Catalina Botero, Sebastián Illera, Epifanio Arévalo, Adriana Romero, Adelaida Palacio, Alexander Llerena, Pedro Miguel Rozo, Víctor Quesada, Erick Leyton. Gracias también a los compañeros clinicantes del proceso 2017 Mauricio Arévalo, Katalina Moskowictz, Manuela Vera, Iván Gómez, Andrés Lopera, Sirley Martínez, Ánderson Balsero y Daniel Abril. Y desde luego, gracias a los actores cómplices que realizaron la lectura de "Esmero" en la Casa del Teatro Nacional el pasado 4 de noviembre: Lina Fernanda Nossa, Helena Ruíz, Nelly Vargas, John Wilson Vásquez, José Assad y Alexander Llerena.


Imágenes de la lectura de "Esmero" el pasado 4 de noviembre en La Casa del Teatro Nacional


"La Clínica de Dramaturgia de Bogotá es una agrupación de artistas teatrales que con nuevos integrantes anuales, se reúne con la intensión de trabajar a partir de un tema que cada uno de ellos convertirá en una obra dramática. En un proceso colaborativo alrededor de la escucha y la crítica, un equipo de tres o cuatro autores trabajan en el transcurso del año, para culminar su proceso con la lectura dramática de sus obras, y posteriormente con la publicación de un libro que contiene esta nueva producción artística, que cuenta con el apoyo de "pacientes" de clínicas anteriores, que desde la producción respaldan este proceso."http://www.kioskoteatral.com/la-clinica-de-dramaturgia-de-bogota-lanza-libro/





Circus Mori


Es un texto dramático producto de investigación en escritura al interior de la Maestría en Escrituras Creativas de la Facultad de Artes UN. Fue presentado en la Feria Internacional del Libro en 2015.








De docencia e investigación:

Para quienes afirman que "los profesores de arte de los colegios saben de pedagogía pero no saben de arte y que los artistas saben de arte pero no de pedagogía", les quiero contar que muchas actrices y actores, bailarines y bailarinas formados en la ASAB somos parte de la planta docente de la Secretaría de Educación del Distrito además de trabajar como catedráticas en universidades públicas y privadas, y desde luego, las actrices también organizamos propuestas educativas y nos dedicamos a la investigación pedagógica.

En cuanto al trabajo de docencia en Educación Artística, les invito a leer,  en el siguiente vínculo, esta propuesta organizada desde la investigación en los procesos de Arte-Educación, con una nueva vista de lo que implica ser maestro de artes en el sector público, edición del Instituto para el Desarrollo Educativo y la Investigación Pedagógica - IDEP, en ella una mirada al cuerpo desde la educación artística en un contexto específico


Universos ocultos. Memorias del Cuerpo

en "Uaque: el arte de con-vivir. Apuestas investigativas, pedagógicas y estéticas en la escuela"http://www.idep.edu.co/sites/default/files/libros/UAQUE%20el%20arte%20de%20con-vivir.pdf



Se presentará en su versión impresa, el próximo 25 de Abril en el marco de FILBo 2018




También, les invito a leer dos artículos publicados en medios impresos y digitales del Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico IDEP:

Hic et nunc: el cuerpo en la educación

en la revista Educación y Ciudad No.28.
http://www.idep.edu.co/wp-content/uploads/2015/06/Educacion-y-Ciudad-28.pdf

   


   ...y...

Teatro: extensión del territorio corporal

en Magazin Aula Urbana No. 97.
http://www.idep.edu.co/wp-content/uploads/2015/06/MAU_97.pdf




Las dimensiones de la creación y la formación se juntan en la investigación.


Quedo atenta a sus comentarios.La Isla Desconocida Teatro

martes, octubre 12, 2021

¿Por qué retomar "Sabor a Mí" en 2021?


La Isla Desconocida Teatro

Estamos emergiendo lentamente del foso de una pandemia que confinó a la familia a su receptáculo más estrecho. Sonaron las alarmas por los abusos y excesos de unos y de otros. Tristemente se ratificó que "Por extraño que pueda parecer, el hogar - lugar, en principio, de cariño, de compañía mutua y de satisfacción de las necesidades básicas para el ser humano - puede ser un sitio de riesgo para las conductas violentas. La familia, después del ejército en tiempo de guerra, es el mayor agente de violencia. Las situaciones de cautiverio -y la familia es una institución cerrada - constituyen un caldo de cultivo apropiado para las agresiones repetidas y prolongadas.”

Nos vemos este 5 de noviembre en La Sala, fábrica de hechos culturales, en el marco de la presentación de la Red Uaque Tejidos en Fuga. Porque desde los procesos artísticos, la escuela ratifica su vocación de cambio y de construcción de nación.

martes, abril 02, 2019

"Esmero"... del texto al hecho



 

"Esmero" o "Solo una Madre", publicado en el libro Instinto de Supervivencia de la VI Clínica de Dramaturgia de Bogotá, presentado en la FILBO 2018, está dando qué hablar y qué hacer. A continuación el comentario de W.Julián Aldana en la revista cultural Días Temáticos de enero 2019: 


https://diastematicos.com/dias-tematicos/articulo/86
"Hace muchos años comencé a imaginar que el ser humano era una esfera -como un planeta- al rededor del cual giraban esferas más pequeñas -como satélites naturales-, tres en total: la locura, la muerte y el amor. De modo que la esfera grande gira y gira y a su alrededor las tres esferitas lo hacen también. [...] Pensar en eso me producía mucha angustia y me gustaba sentir en el cuerpo la desazón abyecta del deseo y el rechazo al mismo tiempo. Esto me hace sentir este Esmero de Adelaida Corredor-Torres."   W.Julián Aldana    Leer más...

Noviembre 6, 7, 8 y 9 en el Teatro La Candelaria...







 

domingo, julio 05, 2015

Arte y Educación aquí y ahora...

Les invito a leer esta propuesta organizada desde la investigación en los procesos de Arte-Educación, es una nueva vista de lo que implica ser maestro de artes en el sector público

Uaque: el arte de con-vivir. Apuestas investigativas, pedagógicas y estéticas en la escuela

http://www.idep.edu.co/sites/default/files/libros/UAQUE%20el%20arte%20de%20con-vivir.pdf


Para quienes afirman que "los profesores de arte de los colegios saben de pedagogía pero no saben de arte y que los artistas saben de arte pero no de pedagogía",




les quiero contar que muchas actrices y actores, bailarines y bailarinas formados en la ASAB somos parte de la planta docente de la Secretaría de Educación del Distrito además de trabajar como catedráticas en universidades públicas y sí, por supuesto que las actrices también pensamos la educación y nos dedicamos a la investigación pedagógica,

sábado, julio 28, 2012

III Festival de Teatro Sala B: del 16 de agosto al 1 de septiembre de 2012

La Isla Desconocida Teatro



III Festival de Teatro Sala B - En La Libélula Dorada con  entrada libre el 1 de septiembre de 2012, tienen cita para ver 'Sabor a Mí'

     Ganador del concurso de Circulación IDARTES 2011. Participó en el Festival de Teatro de Bogotà 2011. Participó en el II Festival Internacional de Mujeres Creadoras y en la Muestra de Artes escénicas del Centro Cultural de España en Lima -Perú, en noviembre de 2009. "Sabor a Mí" Durante 2010, estuvo acompañando proyectos destinados a la reflexión en torno a mujer y familia. En el marco del proyecto La familia en el umbral de lo público - violencias invisibles ganador de la convocatoria distrital Amor por Bogotá, cumplió un circuito de 17 funciones durante el de octubre del mismo año, en tres salas concertadas de la capital: Contrabajo-La Despensa, Quimera, y García Márquez (El original), y, dos fuciones en zonas rurales de Bogotá: Sumapaz y El Verjón.

Una de las líneas de trabajo que La Isla Desconocida Teatro ha adoptado para sus prácticas de creación, ha sido la visita a textos dramáticos clásicos para producir pre-textos y textos que, desde un lenguaje actualizado, den cuenta de sucesos que otrora se recuperaban en escritos y representaciones para hablar de los dolores de una élite, pero que en el aquí y ahora se evidencian extremadamente populares; de esta línea de trabajo nace este monólogo escrito por Adelaida Corredor-Torres, iniciando su circulación el mes de marzo en el marco del Festival de Mujeres en Escena por la paz y con la Temporada de Repertorio en Centro García Márquez -2009 y durante el mes de Agosto en la sala El Contrabajo - Isla del Sol. 

"Por extraño que pueda parecer, el hogar - lugar, en principio, de cariño, de compañía mutua y de satisfacción de las necesidades básicas para el ser humano - puede ser un sitio de riesgo para las conductas violentas. La familia, después del ejército en tiempo de guerra, es el mayor agente de violencia. Las situaciones de cautiverio -y la familia es una institución cerrada - constituyen un caldo de cultivo apropiado para las agresiones repetidas y prolongadas.”[1]

[1] http://www.aepc.es/ijchp/articulos_pdf/ijchp-38.pdf: AMOR et al. Repercusiones de la violencia doméstica. RIPCS/IJCHP, Vol. 2, Nº 2

miércoles, diciembre 23, 2009

"Sabor a Mí", la vigencia de un monólogo. Adelaida Corredor-Torres

A continuación entregamos algunas reflexiones que corresponden a la base del proceso de creación:

EL TEATRO Y SU EVIDENCIA, LA RE-SIGNIFICACIÓN DE LOS HECHOS Y LA TOMA DE CONCIENCIA.
Clitemnestra, la gran asesina, la parricida, la magnicida griega. Estos apelativos hacen gala de la estructura patriarcal y androcentrista que envolvió las tramas de la tragedia griega durante el llamado periodo clásico y que, aun hoy, persisten como eslabones de nuestro imaginario actual con un pasado remoto. Esquilo en ‘La Orestiada’ u ‘Orestea’ (‘La Trilogía de Orestes’) cuyo tema central es, al parecer, el paso de la justicia de hecho a la justicia de derecho en la sociedad griega, propone tres argumentos en torno al deber ser de las mujeres en el seno familiar del reino de Tebas.
Así, en el primer drama de la trilogía titulado
‘Agamenón’, Clitemnestra la reina y esposa, da muerte a su marido una vez éste ha regresado triunfante de la invasión a Troya, diez años después acompañado de Casandra una esclava de guerra, ahora concubina del rey guerrero y posible heredera del trono. En el segundo drama titulado ‘Las Coéforas’, Electra la hija huérfana, condena la actitud asesina de su madre, eleva súplicas a los dioses y a su padre muerto en busca de venganza mientras clama por la aparición de su hermano menor para que ultime a la madre agresora; situación que cobra vida con la aparición de Orestes y el asesinato de la madre. Al parecer, los dioses y su difunto padre escucharon a Electra y respondieron positivamente a sus súplicas. En el tercer drama de la trilogía titulado ‘Las Euménides’, Orestes es perseguido por las Erinias, deidades vengadoras de los crímenes familiares quienes, después de un alegato casi-jurídico entre los dioses Apolo y Atena, deciden absolverlo por cuanto mató a una madre en venganza por la muerte de un padre; en tanto que, Clitemnestra mató a un padre en venganza por la viudez provocada durante la invasión a Esparta, la degradación de su condición de princesa, el sometimiento en condición de esclava a un matrimonio forzoso, la muerte de sus dos hijos (el primogénito de su difunto marido, y la primogénita de Agamenón), el abandono y la infidelidad; razones que parecen pesar poco o nada ante las deidades griegas, haciendo que las Erinias Vengadoras se tornen en 'Las Euménides' (las bondadosas) para perdonar al matricida. En resumidas cuentas, se perdona el matricidio, pero no el parricidio.
Pero no fue precisamente Esquilo quien dio cuenta del drama de Clitemnestra la mujer agraviada, sino Eurípides aproximadamente 50 años más tarde, cuando escribió el drama de Ifigenia (hija de Clitemnestra y Agamenón) durante la partida de los tebanos a Troya. Eurípides como autor, concede a Clitemnestra la exposición clara y contundente de sus inquietudes, dolores y móviles de una posible represalia dirigida a Agamenón, tan pronto es enterada de que este rey guerrero ha condenado a su propia hija a muerte, donándola como víctima para el sacrificio que le permita partir con el viento a favor para invadir un territorio ajeno.

Tanto
‘La Orestea’ de Esquilo escrita aproximadamente en 458 a.C. al igual que ‘Ifigenia en Aúlide’ de Eurípides escrita aproximadamente en 409 a.C., parecen tener vigencia 2.467 años después. El reino de Tebas parece estar presente en muchos hogares colombianos y a la ‘reina del hogar’ parece repetírsele como un gestus atávico la tarea de confundir la resignación con la resiliencia ‘soportando’, ‘callando’ y ‘obedeciendo’ a la única voz autorizada: la del ‘rey de la casa’.“La violencia contra las mujeres tiene hondas raíces sociales y culturales y se basa en la creencia ancestral de que la mujer es propiedad del hombre, quien puede tratarla como juzgue adecuado. Está vinculada al desequilibrio en las relaciones de poder entre hombres y mujeres en los ámbitos social, económico, religioso y político, pese a los indudables avances en las legislaciones nacionales e internacionales a favor de la igualdad de derechos.”[2]Para el común de la población, algunas situaciones de violencia cotidiana al interior de la familia suelen tener justificación desde innumerables argumentos tejidos con la historia y afirmados con la repetición. La mujer nace para acompañar al hombre, dar a luz y criar los hijos; el hombre nace para proveer y gobernar. La mujer no es sujeto sino complemento que, aun como complemento, es la responsable directa de la educación de los hijos y la transmisión de prácticas androcentristas que perpetúan su rol.
La percepción de que el entorno familiar, más próximo a lo privado, es inalienable y que el derecho de los padres es incuestionable en materia de castigos y reprimendas (que en el imaginario colectivo se asumen como métodos de educación para esposas e hijos), hace que los comportamientos violentos, maltratos físicos, verbales y psicológicos pasen desapercibidos y se conviertan en una cadena de agresión que no se detiene, configurando circunstancias agravantes con repercusiones nocivas en el entorno social, más próximo a lo público.
“La violencia intrafamiliar en Colombia, cuya víctima mayoritaria es la población femenina, sólo se denuncia en “poco más del cinco por ciento de los casos ocurridos”, advirtió este fin de semana una red latinoamericana defensora de los derechos de la mujer (CLADEM), informó la prensa local”[3].

"Por extraño que pueda parecer, el hogar - lugar, en principio, de cariño, de compañía mutua y de satisfacción de las necesidades básicas para el ser humano - puede ser un sitio de riesgo para las conductas violentas. La familia, después del ejército en tiempo de guerra, es el mayor agente de violencia. Las situaciones de cautiverio -y la familia es una institución cerrada - constituyen un caldo de cultivo apropiado para las agresiones repetidas y prolongadas.”[1]
Dos razones que, a nuestro parecer, permiten que los fenómenos de violencia al interior de la familia pasen a ser ‘invisibles’, ‘imperceptibles’ o ‘justificables’: la primera es que resulta difícil deslindar dónde empieza lo público y termina lo privado en el entorno familiar, debido a que la historia refuerza en nuestra idiosincrasia la práctica de la ‘no intervención’. De otro lado, aunque la legislación colombiana hace expresa la categoría de delito para la violencia doméstica, denominada desde la Fiscalía General de la Nación, como violencia intrafamiliar, justamente esta última denominación entrega el problema al seno familiar y lo restringe al ámbito de lo privado, haciendo que la víctima de violencia doméstica ni siquiera se perciba como tal y no tome decisiones que aporten a un cambio de conducta.
Una segunda razón es que las víctimas – cuando se han reconocido como tales- prefieren no denunciar a sus agresores. Por razones legislativas para elevar una denuncia por maltrato y exigir demanda de justicia, se hace indispensable entregar las pruebas físicas necesarias para inculpar al sindicado, situación que complica aún más la situación para la víctima; a esto se suma que las penas contempladas para este delito son cortas, la permanencia del agresor en las penitenciarías no sobrepasa los 24 meses, salvo en casos excepcionales, situación que genera zozobra en la denunciante frente a una ‘pronta libertad del agresor’.
Sobrediagnosticado es, que los padres maltratadores fueron (generalmente) hijos maltratados, de suerte que el círculo vicioso que se genera a partir de experiencias negativas y violentas que se entendieron en su momento como “positivas, educativas y edificantes” se reproducirán en los entornos inmediatos: nuevos núcleos familiares y nuevos grupos sociales. Esta visión complementa y refuerza que, aun cuando la violencia sea ‘doméstica’ o ‘intrafamiliar’ está declarada como un asunto prioritario de salud pública:“La gran magnitud de la violencia contra las mujeres llevó a que la Organización Mundial de la Salud la declarara como un problema prioritario en salud pública”[4].
Ya expuesto el problema de esta manera, como aporte a la búsqueda de soluciones se apela al arte como mecanismo de visibilización de condiciones y situaciones subrayadamente violentas y paradójicamente invisibles. Se apela al teatro como mediador social que aportará en la evidencia y la toma de conciencia.“Uno de los recuerdos marcados de mi infancia, era ver a Don Carlos persiguiendo a su hija mientras ella corría, empelota y mojada, huyendo de la manguera con la que iba a ser azotada por haber roto un plato, por haber desobedecido a la mamá, o por cualquier otra razón. Lo más impresionante era ver cómo la mamá (que a esa hora ya tenía un ojo con moretón producto de un puñetazo de su marido) ayudaba a perseguir a su propia hija gritando “yo se lo dije, niñita, yo se lo dije”. Era una situación no solamente alarmante sino denigrante y humillante ¿qué hace una niñita de seis años, completamente desnuda y mojada corriendo a la vista de todos los vecinos, huyendo de dos adultos que la quieren azotar y que, además, alegan el derecho a hacerlo por ser sus progenitores? Mientras tanto los vecinos para acallar la culpabilidad del silencio, decían casi en coro con una voz opaca y poco convencida ‘ah, es que esa niñita es terrible’ “[5].
Situaciones reales como la que se acaba de describir, sustentaron la creación del texto teatral ‘Sabor a Mí’, monólogo de corte trágico-fársico que representa el drama de una Clitemnestra actual, reina del hogar que, arrebatada por el miedo de perder a su tercera hija a manos del padre, comete asesinato en defensa de la dignidad e integridad de la menor. Con miras a la venganza anunciada por parte de su propio hijo, decide dejar constancia audiovisual de los móviles y las razones que la llevaron a cometer un acto tan brutal. A través de su narración se ponen en evidencia situaciones de violencia doméstica cotidiana que se acercan directamente a la realidad inmediata, haciendo perceptible aquello que sabemos que sucede, pero de lo cual no se habla: situaciones de incesto y estupro, maltrato verbal y psicológico, situaciones de confinamiento, embarazos de adolescentes, etc."La existencia de este tipo de violencia es indicativa de nuestro retraso cultural en el área de valores tan relevantes como la empatía, la tolerancia, la consideración y el respeto por las demás personas, con independencia de su sexo. A su vez, los estereotipos sociales acerca del papel de la mujer y de las relaciones de pareja desempeñan un papel determinante en el mantenimiento de este tipo de violencia (Lorente, 2001).”[6]

[1]
http://www.aepc.es/ijchp/articulos_pdf/ijchp-38.pdf: AMOR et al. Repercusiones de la violencia doméstica. RIPCS/IJCHP, Vol. 2, Nº 2
[2]
ibidem
[3]
http://www.mujereshoy.com/secciones/1696.shtml
[4]
f. Saltijeral, María Teresa; Ramos, Luciana; Caballero, Miguel Angel. Las mujeres que han sido víctimas de maltrato conyugal: tipos de violencia experimentada y algunos efectos en la salud mental
[5]
Testimonio de la autora de “Sabor a Mí”
[6] http://www.aepc.es/ijchp/articulos_pdf/ijchp-38.pdf: AMOR et al. Repercusiones de la violencia doméstica. RIPCS/IJCHP, Vol. 2, Nº 2La Isla Desconocida Teatro

viernes, julio 17, 2009

“Aquí fue Troya”: palimpsesto de la guerra. Teatro aficionado y su apuesta política.

Por: Adelaida Corredor-Torres
Para comenzar esta disertación es preciso que ubiquemos como punto de partida un proceso de formación que estuvo mediado por la creación: en el año 2004 seis mujeres nos encontramos en una pequeña casa en algún barrio de Ciudad Bolívar[1], para iniciar un proyecto de formación en actuación. El grupo estaba compuesto por cinco mujeres de diferentes edades y procesos formativos, y quien orientaría el proceso sería una mujer externa al grupo. El querer del grupo en ese momento era crear, de forma colectiva, una obra de teatro que permitiera generar, a su vez, otros procesos de reflexión en torno a problemáticas relativas al género. Luego de presentarnos, en la primera sesión de trabajo surgió la pregunta:

- ¿Para qué quieren hacer una obra de teatro?

La respuesta fue enfática:

- Queremos hablar de las mujeres en la guerra.
- ¿Y de qué guerra quieren hablar?
- De la guerra de este país.
- ¿Pero, hablar de cuál de todas las guerras de este país, si desde antes que naciéramos hemos estado en guerra? ¿Y de tener clara una de tantas, qué diferenciaría a unas guerras de otras?

No hubo respuesta.

En nuestros permanentes diálogos decidimos aplazar la respuesta y, como recurso pedagógico para clarificar el querer del grupo, decidimos iniciar la lectura de textos del teatro clásico que hablaran de alguna guerra. A través de cada lectura, las guerras de Troya y Tebas nos provocaron el encuentro con personajes femeninos y, en cada acercamiento, las mujeres hacían su aparición, desde el relato de cada autor griego, enseñándonos su dolor, su querer y su sentir.

Esta es una de las pocas ocasiones en que he podido compartir trabajo artístico con mujeres cuyo discurso político está dado desde su cotidianidad; estoy hablando del Colectivo Huitaca, mujeres hechas que se han dado el derecho y la oportunidad de re-hacerse y, también de darle una oportunidad a su entorno, de mirarse desde otro ángulo, de re-pensarse y proyectarse en una posibilidad de cambio. Mujeres-sujeto que, en su lucha diaria se le han atravesado al camino del arte y se han permitido explorar en el interior de ellas mismas para develar contextos en los que se mueve el ser mujer, generando un discurso que no se sustenta en la oratoria o en la capacidad de elaborar textos de análisis de la situación, más bien, en ellas el discurso se hace obra y obra desde el quehacer.

Allí, en ese atravesarsele al arte, nos encontramos y decidimos hacer de un taller de formación en actuación de 72 horas, un espacio para darle voz a aquellas mujeres que, estando en el vórtice del conflicto, o no son noticia o no tienen voz. Y a la manera del proyecto político del Colectivo Huitaca, decidimos que 'la cotidianidad' sería el espacio en el que se develaría el conflicto para los personajes que se representarían en esta nueva creación; para hablar de la guerra que se manifiesta más allá o más acá del campo de batalla, para hablar de los muertos desde la historia particular de cada personaje; desde un sentir profundo que nace en la desarticulación del vivir cotidiano y en las circunstancias extremas que se asumen como normales después del desgaste del dolor. Desde allí quisimos hablar de las mujeres en la guerra.

Durante ese breve encuentro nos dimos a la tarea de extraerle al tiempo el mayor provecho; y mientras se fijaban parámetros básicos para el trabajo desde la estructura dramática y desde el conocimiento de los personajes a través de la literatura, se trabajaba al máximo en la exploración - mediante improvisaciones - de imaginarios de mujer en situaciones extremas, análogas a las de los personajes femeninos hallados a en las lecturas. Apoyadas en Homero, Esquilo, Sófocles y Eurípides, se identificaron cinco mujeres cuya vivencia como madres, hijas, hermanas, esposas o amantes en medio de la guerra, pudieran tener parangón con la mujer que no es noticia, la mujer de barrio que no se siente tocada por la guerra, pero que despierta un día y todo cuanto calculó vivir se le ha venido a pique sin mayor explicación.

A partir de la búsqueda de estas analogías, cinco mujeres de barrio retoman el nombre y la escena fundante de las griegas: Antígona, Clitemnestra, Casandra, Electra y Penélope, quienes dentro de la ficción que construimos, forzadas por la situación de orden público se encuentran en un mismo espacio y un mismo tiempo: una casa de barrio, en una noche de toque de queda. Con este encuentro provocado por la magia del teatro, las mujeres cumplen con un destino trágico nacido en el centro mismo de su historia personal.

Para encontrar el fundamento de la historia que nos serviría de base para la nueva obra, se buscó en el cuerpo, se buscó en la voz, pero también se escarbó en el imaginario colectivo; se buscó desde estudios de caso y se encontraron los mismos dolores de las griegas en un contexto barrial de urbe, no tan lejos de las casas que habitamos. Se encontraron mujeres con los mismos dolores en la página roja de diarios amarillistas, se las encontró cumpliendo condena en alguna correccional; se encontraron los mismos dolores en la vecina y hasta en la propia familia. Esto nos llevó a trabajar desde la sobre escritura de historias reconocidas, desde el conflicto de mujeres clásicas y por demás famosas. Los dolores, al parecer, sí cumplen estrictamente con un ‘deber ser democrático’ y tanto a la reina griega como a la vecina de la esquina le entrega su cuota exacta; de igual modo la guerra a todas y todos nos toca. Para encontrar un sentir común tanto en la escritura como en las improvisaciones, fue necesario hablar con la voz del barrio, desde ese lugar donde las prácticas culturales identifican el desarraigo y la apropiación, el desamparo y la autogestión. Encontrar analogías de los personajes clásicos en el entorno barrial fue de importancia capital para concretar el proyecto creativo.

Pero ¿palimpsesto? por qué de manera tan ‘necia’ cambiar los textos poéticos de los autores griegos por palabras extraídas del lenguaje barrial, de la jerga juvenil de alguna calle de cualquier ciudad suramericana; como si los autores clásicos no hubieran escrito con suficiente sapiencia y conocimiento de causa; y como si esto fuera poco, por qué de manera tan ‘necia’ mezclar personajes de guerras que no se dieron durante los mismos periodos de la historia griega, para hablar de la guerra en Colombia.

Una de las razones está fundamentada en el proceso de formación: técnicamente, tan pocas horas de trabajo no serían suficientes para apropiar el lenguaje utilizado por los autores griegos y sus traductores - este lenguaje de los autores resulta ajeno y distante haciendo de cada expresión, de cada invocación a Zeuz, un obstáculo para decir lo que desde el mundo interior de las actrices en formación clama a gritos -. Pero esta razón práctica nos llevó a encontrar una razón semántica para el proceso de creación: la guerra debe enunciarse con las palabras que le corresponden para ser entendida y asumida, no se puede seguir ocultando ni detrás de la metáfora ni detrás el análisis. Es necesario llamar a la guerra por su nombre y describirla con palabras que todas y todos podamos entender, y es precisamente en este punto en el que formación, teatro y discurso político se encuentran.

En el desarrollo del trabajo formativo/creativo se clarificaron tres enfoques que permitieron llegar a buen puerto: por un lado, desde el proceso de formación se enfatizó en la necesidad otorgar voz a las actrices-aprendices para que contaran la historia de sus personajes sin limitantes técnicas; no es viable emplear el tiempo en especializar 'el habla en la escena' para enunciar textos producidos desde culturas y contextos tan distantes porque esto negaría la razón de ser del espacio de formación, cual es, posibilitar el desarrollo de habilidades que se concreten en la brevedad del proceso, permitiendo a las actrices en formación crear con lo que son y con lo que tienen.

Por otro lado, desde la noción de teatro popular sería contradictorio tomar opciones esteticistas o conservadoras que intentaran forzar una representación académicamente correcta, ya que estas opciones evidenciarían su insuficiencia al interior de un espacio informal, direccionado a mujeres de diferentes edades, procesos y formación académica, cuya vinculación con el arte procede de la práctica barrial.

Y desde un punto de vista político, se hace necesario entender nuestro propio uso del lenguaje como una práctica cultural que nos permite comprender, crear y re-crear la realidad circundante. Ese lenguaje de la casa y de la calle, que se expresa sin correcciones de estilo, sin permiso de la lírica, la épica o la oratoria. Lenguaje llano, cotidiano, directo, transparente, que nos permite contribuir al afianzamiento de la identidad colectiva para abrir la posibilidad de cobrar voz en un país de mudos.

El resultado de este proceso, que registra ya cinco años de circulación por diferentes escenarios del país cumpliendo su finalidad, inserto en el trabajo de género que desarrolla el Colectivo Huitaca, refrenda estos planteamientos a partir de su consistencia y persistencia en el tiempo; desde el apoyo a procesos de orden social y cultural que cursa desde su estreno en noviembre de 2004. Es la historia y no la academia quien, en este momento, legitima una práctica de formación que logra - mediada por una práctica de creación - re-crear una práctica pedagógica desde el teatro-foro, en cada representación de "Aquí fue Troya. O breve historia de desencuentros. Tragedia fársica medianamente melancólica"

Para finalizar, cito a manera de abrebocas para la discusión, una afirmación provocadora de Jesús Martín-Barbero, que se evidencia vigente en la anterior disertación :
(…) y los críticos de la sociedad de masa, tanto los de derecha como los de izquierda, están “fuera de juego” cuando siguen oponiendo los niveles culturales desde el viejo esquema aristocrático populista que busca la autenticidad en la cultura superior o en la cultura popular del pasado. Ambas posiciones han sido superadas por la nueva realidad cultural de la masa que es a la vez “lo uno y lo múltiple”.[2]


[1] Ciudad Bolívar es una de las localidades más extensas, verdes, dinámicas, diversas, jóvenes, complejas y pobres de Bogotá D.C. Cuenta aproximadamente con 713.764 habitantes. Ha crecido como producto de las constantes migraciones rurales e intraurbanas como un sector rural al sur de Bogotá, pero en 1983, se anexó el territorio al Distrito Capital mediante los Acuerdos 13 y 14 del Concejo de Bogotá, dándole la denominación de Ciudad Bolívar.

[2] Martín-Barbero Jesús. “De los Medios a las Mediaciones”.




Enlaces relacionados:http://www.revistatabularasa.org/numero_cinco/gomez.pdf